Hace tanto tiempo que la vida lo llevaba por rumbos tan distintos a los que había imaginado. La juventud sentía que lo estaba abandonando cada minuto que seguía respirando. Algo ha fallado, se decía una y otra vez, pero por más esfuerzos que hacía no podía encontrar el punto donde se desvió la carrera de su vida.
Los recuerdos le asaltaban como punzadas y aún sentía cada vez que los recuerdos volvían, eso dolía terriblemente, pero al mismo tiempo sonreía y era feliz de nuevo. Sentía la brisa recorrer su rostro, era algo increíble, era vivir de nuevo esos momentos, era simplemente vivir.
Ella era la más bella en todo el mundo, para él no existía nada ni nadie más, hubiera dado lo que fuera por hacerla feliz. Hubiera dado todo por ella, hasta su vida.
Los días de escuela se repetían para el común con una cotidianidad absurda y tremendamente aburrida, pero para él, era la posibilidad de verla de nuevo e iluminar el mundo, su mundo, nada importaba. Así pasó el tiempo y nunca se atrevió a nada, nunca se atrevió a siquiera mirarla fijamente a los ojos, así pasaron los días, los meses y los años y ella de pronto desapareció.
Él creyó que siempre estaría ahí, pero de pronto se fue para siempre, sus días de luz, de pronto se volvieron sombras, oscuridad que le arrebató la claridad para distinguir la realidad de la ilusión.
Ahora después de tantos años, su recuerdo era tan claro como el último día, ahora no nada más su recuerdo le pertenecía, sino también el control de ese pensamiento. Entenderlo fue revelador, fue mucho más que eso, fue un escapismo tan dramático que nunca se sintió tan aliviado, fue como dejar una carga pesadísima de repente y poder continuar el camino que antes se había perdido. Libertad, esa era la palabra que ahora entendía su verdadero significado, había estado preso, preso de un recuerdo que le torturaba y ahora simplemente ya no existía.
La vida no será nunca igual, la vida ahora se presentaba soleada sin la amenaza de nubes que turbaran su claridad, la luz ahora entraba a sus pupilas entera, era un dolor tan placentero que no podía ni siquiera parpadear, ahora entendía todo, la vida era completa y feliz.
Súbitamente, el sonido de la alarma de su reloj colocado meticulosamente en el buró lo despertó con una sonrisa que le llenaba el rostro. La claridad del sueño se perdía lentamente para almacenarse en la memoria subconsciente, pero no era suficiente para borrar su sonrisa, porque ahora podría vivir su vida completa. Nadie lo podrá detener, nada podrá cambiar el curso del éxito que ya sentía, que ya lo palpaba, era totalmente tangible.
Esos minutos fueron los más reveladores de toda su vida. Ese día desayunó de un excelente humor, se vistió alegremente y salió de su casa aun con la sonrisa en su rostro. En la semana, encontró en la vida el placer de comer una nieve por la tarde, alimentarse de la belleza del atardecer, beber de la sonrisa de la gente que le saluda, sentir la vida a través de un cálido apretón de manos, de un abrazo sincero, aprender del asombro de los niños, sonreír ante la torpeza de una autoridad, fueron los días más increíbles de toda su existencia, fue un revivir real, auténtico.
Esa actitud cambió todo en su rutina. Conoció a la mujer de sus sueños, que ninguna comparación guardaba con la mujer idealizada en su adolescencia, esta era real. El éxito llegó estrepitosamente, negocios, un par de hijos que llenaron de alegría el hogar, la armonía se respiraba en cada rincón. Nunca más sintió temor, sólo quedaba en su cabeza el sentimiento de haber dejado pasar tanto tiempo para darse cuenta, pero luego agradecía haber reaccionado y disfrutaba como si nunca en su vida hubieran existido los problemas.
Fue una buena vida, fueron muchos buenos años que las cosas siguieron un curso lleno de esperanza, de felicidad, de enseñanza.
Y en verdad ellos dos fueron felices, dieron a sus hijos todo el cariño, les enseñaron a salir adelante más con actitud que con dolor. Se adoraron durante el resto de sus vidas. Fue tan fuerte su amor que al partir él, ella le alcanzó seis días después con una sonrisa de amor.
La inspiración heredada aun llega a muchos corazones que se han perdido en los recuerdos del pasado. Hoy es el momento, hoy hay que actuar, hoy hay que sonreír, hoy hay que ser felices, hoy hay que agradecer, hoy debemos de sentirnos merecedores de todo lo que queramos, porque es así de simple, porque hoy es el día que nos espera.
Despertemos hacia lo mejor de nosotros. Hacerlo es posible. Hoy... debes creerlo. ¡Hoy es tu día!
Los recuerdos le asaltaban como punzadas y aún sentía cada vez que los recuerdos volvían, eso dolía terriblemente, pero al mismo tiempo sonreía y era feliz de nuevo. Sentía la brisa recorrer su rostro, era algo increíble, era vivir de nuevo esos momentos, era simplemente vivir.
Ella era la más bella en todo el mundo, para él no existía nada ni nadie más, hubiera dado lo que fuera por hacerla feliz. Hubiera dado todo por ella, hasta su vida.
Los días de escuela se repetían para el común con una cotidianidad absurda y tremendamente aburrida, pero para él, era la posibilidad de verla de nuevo e iluminar el mundo, su mundo, nada importaba. Así pasó el tiempo y nunca se atrevió a nada, nunca se atrevió a siquiera mirarla fijamente a los ojos, así pasaron los días, los meses y los años y ella de pronto desapareció.
Él creyó que siempre estaría ahí, pero de pronto se fue para siempre, sus días de luz, de pronto se volvieron sombras, oscuridad que le arrebató la claridad para distinguir la realidad de la ilusión.
Ahora después de tantos años, su recuerdo era tan claro como el último día, ahora no nada más su recuerdo le pertenecía, sino también el control de ese pensamiento. Entenderlo fue revelador, fue mucho más que eso, fue un escapismo tan dramático que nunca se sintió tan aliviado, fue como dejar una carga pesadísima de repente y poder continuar el camino que antes se había perdido. Libertad, esa era la palabra que ahora entendía su verdadero significado, había estado preso, preso de un recuerdo que le torturaba y ahora simplemente ya no existía.
La vida no será nunca igual, la vida ahora se presentaba soleada sin la amenaza de nubes que turbaran su claridad, la luz ahora entraba a sus pupilas entera, era un dolor tan placentero que no podía ni siquiera parpadear, ahora entendía todo, la vida era completa y feliz.
Súbitamente, el sonido de la alarma de su reloj colocado meticulosamente en el buró lo despertó con una sonrisa que le llenaba el rostro. La claridad del sueño se perdía lentamente para almacenarse en la memoria subconsciente, pero no era suficiente para borrar su sonrisa, porque ahora podría vivir su vida completa. Nadie lo podrá detener, nada podrá cambiar el curso del éxito que ya sentía, que ya lo palpaba, era totalmente tangible.
Esos minutos fueron los más reveladores de toda su vida. Ese día desayunó de un excelente humor, se vistió alegremente y salió de su casa aun con la sonrisa en su rostro. En la semana, encontró en la vida el placer de comer una nieve por la tarde, alimentarse de la belleza del atardecer, beber de la sonrisa de la gente que le saluda, sentir la vida a través de un cálido apretón de manos, de un abrazo sincero, aprender del asombro de los niños, sonreír ante la torpeza de una autoridad, fueron los días más increíbles de toda su existencia, fue un revivir real, auténtico.
Esa actitud cambió todo en su rutina. Conoció a la mujer de sus sueños, que ninguna comparación guardaba con la mujer idealizada en su adolescencia, esta era real. El éxito llegó estrepitosamente, negocios, un par de hijos que llenaron de alegría el hogar, la armonía se respiraba en cada rincón. Nunca más sintió temor, sólo quedaba en su cabeza el sentimiento de haber dejado pasar tanto tiempo para darse cuenta, pero luego agradecía haber reaccionado y disfrutaba como si nunca en su vida hubieran existido los problemas.
Fue una buena vida, fueron muchos buenos años que las cosas siguieron un curso lleno de esperanza, de felicidad, de enseñanza.
Y en verdad ellos dos fueron felices, dieron a sus hijos todo el cariño, les enseñaron a salir adelante más con actitud que con dolor. Se adoraron durante el resto de sus vidas. Fue tan fuerte su amor que al partir él, ella le alcanzó seis días después con una sonrisa de amor.
La inspiración heredada aun llega a muchos corazones que se han perdido en los recuerdos del pasado. Hoy es el momento, hoy hay que actuar, hoy hay que sonreír, hoy hay que ser felices, hoy hay que agradecer, hoy debemos de sentirnos merecedores de todo lo que queramos, porque es así de simple, porque hoy es el día que nos espera.
Despertemos hacia lo mejor de nosotros. Hacerlo es posible. Hoy... debes creerlo. ¡Hoy es tu día!
6 comentarios:
Si, hay que mirar bien a éste día! porque quizás hoy cambie nuestra destino, publicamos algo parecido hoy, ya viste?...besos muchos
Hace mucho tiempo que al leer algo no me llegaba tan al fondo de mi alma, quizá porque tome la historia como mía, al estar escribiendo esto unas lágrimas estan corriendo por mi mejilla, pero a la vez tengo una sonrisa por el HOY. Sí, hoy dedicaré lo que este a mi alcance por ser feliz.
Hola Alberto, soy tu otro yo del otro lado del charco, curioseando encontré tu blog y al leer tus recuerdos de juventud no he podido evitar escribirte. Solo quiero darte la ehnorabuena y compartir algo mío que conecta con tu blogg.
Disfrutar hoy, aquí y ahora.Un saludo afectuoso. ALberto Moreno (España)
http://www.fotogramasencorto.com/sala/video.asp?corto=1563
Buenos días sin querer tuve ese pensamiento de pensar en el hoy, hoy mismo porque me gusta pensar en positivo, y este pensamiento me alcanza en algún momento estuve así cautiva, pero de todo se aprende y he aprendido a liberar todo absolutamente todo.Estoy en el proceso de sonreir y disfrutar para ser feliz.
Te mando un gran abrazo y te deseo lo mejor como siempre.
Wow, la primera vez que lo leí fue desde otra pc, ahorita lo leí en la mía con sonido y ese sonido le pone todavía más esa nota especial que tiene este post.
Hoy mi corazón y mi ser es feliz... Recibe como siempre un graaaannn abrazo de oso y un beso en la frente.
Anoche me senté en mi Laptop y abrí el blog para escribir, usualmente hay un lapso en el que decido sobre que escribir. Esta vez fue diferente, así sin estructura empecé a escribir y fluyó como si lo estuviera viviendo, sentí desde la brisa en el rostro en la secundaria y el paso del tiempo en mi piel, en mis ideas. Cuando llegué al punto de la felicidad, del descubrimiento, en ese momento el sueño y el cansancio desaparecieron, fue mágico y me fascinó poder sentirme atrapado por una historia.
Ahora que leo sus comentarios, aun con la sensación de ese poder que atrapé anoche, me siento satisfecho y complacido, pero sobre todo agradecido de poder hacer esto y compartirlo con todos ustedes.
Aunado a todo esto, recibir un comentario del otro lado del charco, de una persona que es un artista y que curiosamente llevamos el mismo nombre, es una agradable coincidencia que me hace sonreír. Definitivamente el mundo es chiquitito.
Gracias por visitar mi blog, gracias por sus comentarios, eso me anima a continuar escribiendo con más compromiso.
Que su día sea exitoso, como el mío.
Publicar un comentario