A veces la vida te lleva por caminos que jamás te imaginaste transitar, otras por decisión propia tomamos atajos que nos desvían de la meta fijada, pero que hacen más sencillo o por lo menos diferente el trayecto.
Pues bien, en este momento de mi vida estoy en una supercarretera que me empuja en una sola dirección sin posibilidad de tomar un retorno, ya que estos están alejados de mi carril y cuando me acerco a alguna posibilidad de salida la velocidad que lleva mi vida no me permite accesar a ella.
De lo que si tengo certeza por su tangibilidad es de que no existe posibilidad de cambio en el corto plazo, esta es una distancia que debo de recorrer con todos los bemoles que esto conlleva.
Ahora hay que acelerar para concluir esta etapa, lo más pronto posible y de manera más segura posible.
Ojalá que su vida siga en las avenidas y calles en una velocidad moderada. Sinceramente eso espero.
5 comentarios:
¿Llevas tu cinturón de seguridad puesto? Recuerda que te puede salvar la vida cuando menos te lo esperes...
Espero volver a cruzarme en tu camino, pero sin "jugar" carreras.
Besos!
Bueno yo opino (upss!! espero luego no me regañes) que no es la velicidad, sino la certeza de haber escogido el camino correcto de allì a que existan varias alternativas para llegar a la meta y saberlas elegir correctamente para poder completar lo que aspiras, pero bueno destino cruel que luego hace travesuras jijiji. No me des hilo que luego hablo mucho mucho jejeje
Lo importante es que no pierdas el carril, conduce con cuidado.
En la carretera de la vida, debemos tomar muchas precausiones.
ja! meditando de nuevo... Yo voy por la Libre... y tu?
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