Extraño el mar, extraño tanto su sonido,
extraño cuando tu reías a carcajadas,
cuando tu pelo se descomponía con el viento
y descuidada te peinabas, inútilmente.
Extraño tanto el mar y su horizonte
donde se enmarcaba tu cintura desafiante
y en la arena dejabas la silueta de tu cuerpo
instantanea, memorable, fugaz.
Extraño el mar y su oleaje, lento y estrepitoso
como tú, como tu risa, como tu ausencia...
3 comentarios:
Tmb extraño el mar y mucho!
siempre he notado esa fijacion que tienes sobre los aterdeceres, desde aquel dia que me editaste mi curso de supermemoria, pude apreciar que te encanta ese mar.
como que buscas tranquilidad en toda tu vida, pero amigo, por fin abre los ojos y entiende que la vida, esta en movimiento y esa felicidad fabricada por el sistema no existe, es solo utilizada para que los seres humanos tengan una actividad por hacer, y no se den cuenta de esa soledad que tienen porque no hay otros iguales a ellos, y no saben quien los hizo, ni para donde van, asi que vuelve a ver la matrix, y entiende que asi es, esto es, y punto, no hay mas, see feliz, fabrica esa emocion ya, disfruta hoy, y lograras al fin ser feliz y descansaras tan bien sabiendo ya eres feliz, y no vas a esperar la felicidad en un futuro lejano.
se nota que me encanta este topico??? seguire contestando todos tus escritos, es que estoy bajando al dr house, me encanta el tipo, por sarcastico
no hay nada, nada, mejor que el sarcasmo del dr house... yo creía que mi máximo en la vida hubiera sido casarme con hemingway, hasta que descubrí a house.
...hola, Tim, soy Aire... mucho gusto en conocerte
estoy de acuerdo contigo (aparte de lo de house) en que el mar es la representación del vientre materno, el momento en que el ser humano se siente uno con el universo y no le falta nada. volver al mar se convierte en una vuelta al lugar idílico donde no existen el tiempo, el frío, el hambre, la incertidumbre, la soledad... también estoy de acuerdo en que la vida es cambio y que la felicidad no viene empaquetada en algún momento del futuro.
En donde me siento muy pero muy cuestionada es en donde se implica que sentarse a ver un atardecer o a contemplar el mar es para quienes quieren olvidar que no hay otros iguales a ellos, que no saben quién los hizo, ni para dónde van.
tener la capacidad de vaciar la mente y dedicarse a la contemplación durante unos instantes no tiene nada que ver con la descripción que haces. al revés... si estás dándole vueltas en la cabeza a problemas filosóficos, no estás observando el atardecer. para dejar que el mar te toque, necesitas vaciarte de todo lo demás.
Publicar un comentario