lunes, abril 23, 2007

Adios al Limbo...


En el siglo XIII, Dante Alighieri en la Divina Comedia, describio al limbo, como un lugar lleno de almas que no conocieron en vida a Dios. Un lugar sin pena ni sufrimiento y de deseo incumplido, donde se encontraban los niños no bautizados, los guerreros ilustres y respetables personalidades a las que se les impedía para siempre ver a Dios. Este lugar gris ha sido objeto de disputas en el seno de la Iglesia desde la antigüedad. El Concilio de Cártago, celebrado en el año 418 después de Cristo, le negó a los niños sin bautizo poder alcanzar la felicidad eterna. Para San Agustín (357-430) el "limbo para los niños" tenía que ser eterno porque el pecado original es eterno si no es borrado por el bautizo.


Pero ante el inminente crecimiento de muertes de niños sin bautizar, ya sea porque sus padres no son católicos o por el preocupante incremento en el número de abortos, la Iglesia ha modificado su postura ante este hecho y la duda de que pasa con las almas de estos niños, se vio rápidamente corregida por los teólogos del Vaticano, enviándoles directamente sin dilación al paraíso gracias a "la infinita misericordia de Dios". Cabe aclarar que esto es posible dado que esta creencia, que se ha conservado por siglos, nunca fue transformada en dogma por la Iglesia. Una vez concluídos los trabajos de revisión llevados a cabo en días pasados, será aprobado el documento que decretará la desaparición del limbo.


La cuestión aquí es cuantas otras creencias que están arraigadas por tradición tendrán que modificarse por la evolución natural de la sociedad. Cuantas injusticias tendrán que pasar por una exahustiva revisión por parte de las autoridades eclesiásiticas del Vaticano, para dejar de manipular a las masas que se mueven por la fe.


Para un líder, en este caso para los líderes religiosos, es de vital importancia el ofrecer a los creyentes una espiritualidad sana, alejada de tabús, de practicas que por años han mantenido presos a muchos con los miedos infundados relacionados con los pecados, con los castigos del infierno y como en este caso, con el limbo.


Nota del decreto del Papa, publicada por La Nación del día sábado 21 abril 2007. da click aquí.

1 comentario:

conny dijo...

Corazón, la evaluaciòn natural de la sociedad nos obliga a crear cambios constantente, esto dicho en todos los àmbitos, revizar exhaustivamente los decretos implantados con anteriorioridad para poder ofrecer nuevas espectativas en todos los niveles, lamentablemente no es asì, y esto en muchas ocasiones no nos deja crecer. los lìderes, hablando de todos los ramos debe de tener todas las caracteristicas ideales para llevar a cabo su trabajo, si no se crea un estancamiento.y creo que asì estamos... muy interesante tu comentario, me gusto. felicidades, besitos muchos.