Abrumado por la desazón de un día brumoso, con características peculiares que saltan en vástagos imprecisos de sinsabores que rodean la faz de una tierra perdida, agobiada. Estoy aquí, sin prisas, descansando sobre laureles, que dicho sea de paso es el mejor lugar para reposar. Agobio sin tregua que me desalienta superficialmente pero que en lo más recóndito de él, me impulsa en un vertiginoso viaje a través de veredas inhóspitas, que me conducen a mi interior. Quisiera no conocerme tan bien, para poder engañarme a veces. Cientos de veces. Miles de veces.
1 comentario:
Descansa... relajate... te lo mereces... Además ya es hora que duermas, retomes energía y de ser posible te tomes uno o varios días de reposo (sé que lo harás mucho después).... Ya sabes que tienes mi hombro y mi mano para el desahogo...
Vamonos!
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