Mi Cumpleaños ayer

Ayer cumplí 37 años de ver la luz por primera vez. Fue un día muy ajetreado, con muchos pendientes, pero muy satisfactorio porque se están mostrando los resultados de tanto esfuerzo.

Han pasado muchas cosas en el último año, cosas que me han puesto a pensar, pero sobre todo, han hecho que mi actitud ante la vida sea mucho más clara y con una visualización más precisa sobre lo que quiero. La situación imperante en la economía nacional, afectada por los mercados cada vez más rápidos y globales, nos obligan a pensar y actuar de manera más veloz, con el aumento correspondiente en el margen de error. Esto nos está forzando a no confiarnos y a mantener una actitud alerta y siempre pensando en cuales son los cambios que vienen.

Esto hace que nuestra mentalidad también cambie -algunos no cambiarán nunca- Estos cambios son necesarios, nos impulsan, debemos de aprovecharlos, la vida es hoy, el mejor tiempo para nuestras vidas es el futuro, un futuro que promete seguir llevándonos por senderos sinuosos y algunas veces turbios. La sorpresa de la vida es también parte del juego, permitámosle jugar. Atrapemos esa visión de nosotros en un futuro, plenos, felices, satisfechos, con la capacidad de solventar lo inmediato, con una solvencia fruto de la creatividad y de nuestros esfuerzos. Estoy convencido que esto es posible, la vida y mis decisiones me han puesto en este punto de mi historia en este planeta, debo de actuar en consecuencia. Creo que de alguna forma estoy madurando, quiero hacerlo, quiero sentir que esta madurez es posible, sin dejar de sentirme joven, sin dejar de ser un idealista soñador que cree que ser feliz es cuestión de querer sentirse así.

Las personas a mi alrededor deben de acoplarse a esta nueva forma de ver la vida, espero poder subirlos a mi viaje y que encuentren cada cual su camino, su aventura, su sueño, su visión. Que en un futuro, podamos sonreír al recordar las crisis, las dificultades, los "problemas", todo aquello que nos hizo titubear, algún día nos reiremos de todo esto, tengo la certeza de que así será.

Es una confirmación de que ser optimista o pesimista es estar en un extremo, que el ser realistas es lo mejor, pero ante todo, la actitud del realismo nos lleva a disfrutar cada momento. Quiero ser feliz, quiero reírme a carcajadas, quiero disfrutar de mis tiempos libres con personas que tengan la misma disposición, quiero leer, quiero seguir aprendiendo, quiero trabajar, quiero agotar mi cerebro y al final del día dormir pensando que dí todo lo mejor de mí. Y al día siguiente despertar con fe, con la confianza de que el día se presenta como una gran oportunidad, como una enorme tajada de pastel que espera para ser devorada.

Quiero pastel, quiero celebrar la vida, quiero celebrar mi encuentro con la felicidad, con todas las bendiciones que tengo a cada momento, quiero también tener la oportunidad de ayudar, quiero ir concretando poco a poco, la visión completa de mis sueños. Y así será... y así está siendo.

Gracias Dios por seguir dandome la oportunidad de vivir esta vida tan maravillosa y asombrosa.