Dicotomía

Disyuntiva, el camino se abre mucho más amplio que nunca
es la dicotomía de la vida que me tiene en constante espera
aunque realmente nadie nunca sabe que demonios esperar
suponemos, creemos saber, pero la realidad es la negativa.


La negación de la negación, absurdos espacios comprimidos
en una nada, agobiante y desolada, como la misma soledad
aunque en compañía de tí y de mí y de todos, soledad al fin
que abraza y desbarata nudos que atados nos mantenía...

Nos herimos aparentemente sin querer, perplejos quedamos
de asombro ante la misma canción que se repite una y otra vez
y en una danza que no queremos seguir, bailamos abrazados
aun cuando ni siquiera escuchamos la melodía o el ritmo,
aun cuando a mí jamás me ha gustado bailar, menos contigo.

No estoy hablando de tí, ni siquiera esto se trata de mí,
habló en metáforas confusas que se atraviesan en mi sueño,
que se entrelazan en pensamientos que nunca han sido
en ilusiones que nunca han querido pasar desapercibidas.

Porque el alba me recuerda tanto tu mirada que me pierdo
y cada amanecer estoy en lágrimas tímidas que se esconden
que se agazapan y se acumulan en un mar interno
a un ladito de mi corazón...

No es la soledad la que hace que hable así, es todo y nada
es mil pinchazos en mis sentidos que me avisan de la falla.
Es este malfuncionamiento absoluto de mi sistema nervioso
que en estresante rigor me mantiene tenso cuando sé de tí.

Sé que la vida presenta los caminos y que la decisión es propia
hoy camino un camino que no sé si realmente es el mejor
y lo peor, que no sé si lo escogí convencido de su viabilidad,
aunque creo que lo importante es caminar y seguir caminando...