Día del Padre. Se escucha un poco más que en años anteriores. ¿Será el marketing? Creo que si. En la actualidad las empresas están redescubriendo que los pretextos para crear campañas deben de aprovecharse. Se le da mayor difusión a una celebración como la hoy, simplemente por estrategia de consumismo.
El otro lado de la moneda es el significado real del Día del Padre. Veamos el antecedente histórico.
La idea de celebrar el día del padre ocurrió en 1909, cuando una mujer llamada Sonora Smart Dodd, de Washington, propuso la idea de celebrar el día del padre. Esta mujer quería homenajear a su padre, quien era un veterano de la guerra civil llamado Henry Jackson Smart, que enviudó cuando su esposa murió durante el parto de su sexto hijo y, a partir de ahí, se hizo cargo de criar a sus niños cumpliendo rol de padre y tratando de cumplir el de madre, y como el señor Smart había nacido el 19 de junio, ella propuso el día de su cumpleaños como día del padre.
La idea de instituir un "Día del Padre" fue acogida con entusiasmo por muchas personas en diversos condados y ciudades, y fue hasta 1924 cuando el presidente Calvin Coolidge apoyó la idea de establecer un día nacional del padre.
En 1966 el presidente Lyndo Johnson firmó una proclamación que declaraba el 3er. Domingo de junio como día del padre en Estados Unidos.
México al igual que otros países Latinoamericanos adoptaron el tercer domingo de Junio como día oficial del padre.
Al igual que el día de la madre muchas familias acostumbran reunirse y realizar alguna convivencia en nombre de los padres, abuelos o padrastros. Se organizan las familias para preparar algún platillo, se les reparten obsequios a los papás o simplemente se trata de que ellos pasen un rato agradable en compañía de toda su familia.
Sin embargo, la realidad en nuestro país es otra. El padre es visto siempre desde la óptica de proveedor, quitándole en gran medida la parte emotiva que usualmente es provista a los hijos por la madre. Los tiempos han cambiado, hoy, cada vez más padres se involucran emocionalmente en el desarrollo de los hijos, incluso adoptando roles que nuestros padres jamás se imaginarían.
Aún hay mucho que cambiar. La educación que recibimos es de muchas formas machista, desde niños nos programan para actuar de una forma que choca completamente con las necesidades o el enfoque de la cultura moderna que le exige cada vez más a los padres adoptar una posición menos "machista" ante la educación de los hijos.
En mi caso, quiero aprovechar este espacio para enviar un saludo enorme y la felicitación por este día a mi padre, que sin querer, me ha enseñado que la vida no es, ni debe ser tan simple y llana y que las cosas deben de hacerse bien y a la primera (hazlo bien o no lo hagas). A pesar de que mi padre es joven aun, cada año le suma más experiencia a su vida y el cansancio esta haciendo mella en él. Esperemos que el esfuerzo profesional de los últimos años, nos permita darle los mejores años de su vida, en un retiro lleno de retos que le mantega en activo, pero disfrutando de la vida lo más cómodo y dignamente que esto sea posible.
A mi abuelo, que a sus ochenta y tantos sigue dando pelea le envio mi cariño y el reconocimiento a sus tantos años de trabajo que son un ejemplo para mí. Ahora, desde el retiro, ve la vida sumido en los recuerdos que él se niega a dejar escapar y se asegura de contarlo y volverlos a contar, como para que se graben en la memoria de todos los que convivimos con su sapiencia.
Un reconocimiento también a todas las madres solteras, que de alguna forma, toman el rol de padre, para compensar la ausencia y tienen el poder del mimetismo para cambiar entre madre y padre. Esto es digno de aplaudirlo y de pie. Felicidades no oficiales.
El pretexto es bueno, demos el abrazo a nuestros padres, hablemos con ellos, perdonemos si hay pendientes, si ya no está con ustedes, libérense de las emociones negativas, al final, siempre, lo mejor es simplemente quererlos. Lo que nos hayan hecho, a fin de cuentas, fue lo que ha formado nuestra personalidad, lo que somos realmente.
Feliz día del Padre 2008.