Sólo tú

Mi mensaje avanza sin más entre las múltiples ocasiones que vislumbro en un arrebato lleno de pasión desbordante e infinito.

Atrapado me siento en un caudal de sensaciones que presiento no van a detenerse por el simple hecho de que yo así lo deseé.

Porque estar aquí es lo que me corresponde y no hay nada que haga en este instante que pueda modificar las conductas de mi propia sombra, de mi voz que se queda muda ante la belleza escandalosa de tu cintura dibujada en la pared de mi alcoba y ahora sé que no tiene que ser de otra forma más que de las maneras que encontramos para amarnos porque ellas nos han atado de una forma mágica y que el desamarre no es posible en una forma humana... Es algo divino.

Ataviado en una tela indescriptible y voluble que me envuelve como tu piel lo hace en un laberinto asonante de discrepancias vagas en donde todo cabe y nada ocurre entre los dos.

Ven ahora princesa encantada de una noche olvidada y triste a atacarme con tus caricias impuras y frías que me congelen el corazón aunque me hagan hervir por dentro de un deseo que se convierta en miles de deseos encontrados y que apaciguarlos es casi imposible de lograr.

Sólo tú. Te espero.