Cruzar puentes siempre me ha representado un símbolo maravilloso. Entre más largos y sobre todo altos estén es mejor. La vida nos va llevando por muchos caminos, cuando hay puentes que están diseñados para llevarnos ante un camino más complejo, simplificamos y lo tomamos. Claro, a veces, decidimos tomar el camino escabroso, ¿Porqué lo hacemos? Creo que está implícito en la naturaleza del hombre, de estar siempre en una búsqueda, tratando de ver nuevas formas de alcanzar las metas. A veces no nos trae emoción alguna cruzar el puente.
Debemos de tener la inteligencia, hacerle caso a nuestra intuición en cuanto a lo que es prudente, no simplemente aventurarnos al vacío buscando una experiencia nueva, sin antes pensar en las consecuencias, el tiempo y sobre todo contemplando a nuestro entorno para ver si hay afectación si decidimos tomar el camino largo. Recordando que nada es malo o bueno, sino que es simplemente una percepción de lo que es. El puente es una opción, si ya está ahí, pondera si es más razonable utilizarlo o vale la pena el riesgo de la aventura. Es tu decisión, de nadie más.
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