domingo, abril 26, 2009

Cada cabeza es un mundo


Ahora si que entender al ser humano es algo sumamente complejo. Dejando de lado el clásico "Quien entiende a las mujeres", creo que los humanos somos entes sumamente complejos. Es todo un bagaje de siglos, que generación tras generación va desarrollándose hasta completar a cada persona. Lo anterior nos lleva a pensar que el mejor término para aplicarlo al ser humano es individuo.

La individualidad consiste básicamente en algo que no se puede dividir, hablando etimológicamente, la aplicación práctica se refiere a la persona como unidad, numéricamente singular. Filosóficamente hablando es frecuentemente utilizado como algo "particular", aunque aquí entra la discusión si lo particular cuenta como individuos, pero esto nos lleva a contraponerlo contra lo "universal".

Del individuo pasamos al individualismo (en muchas ocasiones llamado también individualidad), este término es más bien una actitud, que nos lleva a pensar y actuar de manera independiente, esto, con respecto a lo que todos los demás opinan o muchas veces a las reglas que nos rigen, socialmente hablando. Es en este punto donde se centra el punto. Todos pensamos de manera diferente, aunque tengamos coincidencias, nuestra forma de ver el mundo es tan individual, tan propia que sería una manera de identificarnos de mejor manera que una huella digital. Ya que nuestros pensamientos nos definen con una personalidad única e irrepetible.

Nuestra educación, nuestra niñez, nuestras influencias, nuestros gustos, las decisiones, los errores, los éxitos, la manera de enfrentar las fobias, las debilidades, nuestras fortalezas, los problemas, los retos, el amor, la suerte, las coincidencias, la amistad, todo esto es diferente para cada persona, aun cuando vivan lo mismo y sean parte de un mismo entorno, nuestra propia genética influye para hacernos individuos únicos, con percepciones y formas de ver la vida independiente de todos los demás. Basado en esto, debemos de entender que las personas en nuestra vida, nos ven también de manera diferente.

Vivamos empáticamente la vida, con tolerancia, entendiendo a la gente con la cual convivimos, sabedores que aquel dicho popular es bastante acertado: "Cada cabeza es un mundo"

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