viernes, septiembre 23, 2005

Inspiración

Hoy me senté a escribirte, el ambiente es el ideal, música suave, iluminación tenue, ánimo y disposición, las musas ausentes, pero creo más en la técnica que en la inspiración.

Y de esta forma empiezo a escribir, palabra tras palabra, líneas que se forman y dan paso a las ideas que confluyen en algo que aun no sé que es, pero de seguro que en algo concreto terminará.

Pienso en hablar algo de mi trabajo, de lo que he hecho en estos días, pero creo que no es muy interesante que digamos, sólo el decir que el proyecto avanza, lento pero hacia adelante. La fe no se pierde nunca, este proyecto es mi proyecto de vida y es mi pasión, eso ya lo saben. Vivo intensamente mi trabajo. Pero de eso no hablemos.

De mi hija, ya saben que es mi motivo, mi adrenalina, mi combustible, que más puedo decir que la amo.

De la ciudad, de su gente, de los problemas, de lo cotidiano, de las noticias, de la época electoral, de lo que se cocina, de lo que se respira, de las comidas, de los amigos, de la música, hay tantas cosas de las que no hablaré.

Del amor, ya hay un escrito en este blog sobre eso. De la poesía, de mi amiga bloguera Susann, de mi entrañable Renata y su inteligencia conjugada con su belleza, de mis amigos y colegas, de mi compadre, de tantas temas es difícil escoger.

Creo que la técnica no es muy útil en este momento, la disciplina de mi maestro Ancira, no funciona. Esperaré a las musas de la inspiración, ¿Llegarán?

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