Pues el día jueves, con todo y lluvia, seguí recuperándome, definitivamente es esencial el descanso, muy necesario para cargar baterías, y el día se prestaba para ello. Sin embargo, uno está acostumbrado a andar en la calle, en revolución y al filo de las tres de la tarde, decidí salir a ver la ciudad envuelta en este clima tan raro de disfrutar en nuestra ciudad. Llegué al centro de la ciudad y la gente corría y se aceleraba por una leve llovizna, nadie se daba el tiempo para contemplar lo maravilloso que es este espectáculo. Quizás se olvidan de lo poco usual de vivir este clima, en fin, nada que hacer por ellos.
Por lo pronto yo me dedicaré a disfrutar de estos días llenos de cierta nostalgía, de extrañar tantas cosas que dejamos en otras lluvias pasadas. Les invito a que se olviden un momento de las molestias que trae consigo este clima y disfruten, sólo disfruten...
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