Si, hoy sólo pido que me dejen, que me dejen escribir, que me dejen ser, que me dejen estar. Todos alrededor me preguntan, me llaman, me presionan por cuestiones fuera de mi alcance. El estrés es de quien lo trabaja, cada cual es responsable de sus preocupaciones. El desorden de mi vida no significa que sea bueno o malo, simplemente significa que me falta administración, irónico en un administrador, pero así es.
El día de hoy se me antojo, extrañaba escribir, extrañaba decir que amo a mi hija, que me sigue apasionando mi trabajo, aun cuando diga que NO GANO... ¡PERO COMO ME DIVIERTO!. Pese a todo esto, sigo y con el ánimo fortalecido, no sé de donde se revitaliza, pero lo hace incansable.
Mi vida transcurre extrañando tus textos, tu sonrisa, tu presencia. Lectores queridos, heme aquí en la encrucijada de no contar con el tiempo que esta labor requiere. Pero conciente de lo que representa el ser y el estar. Definitivamente no es fácil, pero, ¿quién quiere las cosas fáciles? En mi humilde caso, no me gusta así, me gusta batallar, de eso no hay duda.
Estoy consciente de que este es sólo un arranque de mi necesidad de plasmar en palabras mi sentir o parte de él.
Te extraño, demonios, como te extraño...
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