Domingo... absurdo y despiadado. Calor sofocante. Ausencia.
Mi cabeza se divide en dos partes iguales, difusas, dolor.
Sólo quiero dormir, evadir la realidad con el sueño reparador.
Un sueño ajeno, imágenes pertenecientes a un mundo paralelo.
Cierro ojos y mente. Dejo todo aparte y exploto en mil partes.
Cada parte soy yo, cada parte es el dolor, veneno puro.
Abro lo ojos con la esperanza de un nuevo día...
Para mi desgracia, sigue siendo domingo.
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