Llegué alrededor de la una treinta del día de hoy de mi viaje, cansado pero sumamente satisfecho del trabajo realizado.
Como buen adicto al trabajo, llegué directo a mi oficina, so pretexto que aquí deje mi carro. Vi dos pendientes con la gente que aun andaba por acá, terminando su día y me dispuse a dormir. Andaba tan cansado que no encontraba acomodo en mi cama. Vueltas y vueltas y no podía dormir, hasta que el sueño pudo más que mi cansancio y pude conciliar el sueño.
Eran las 7:45 am cuando mi reloj despertador sonó, abrí mis ojos, apagué la alarma y me levanté, el dolor muscular me recordó que aun requiero dormir un poco más, pero hoy no será posible, es domingo y es un día ajetreado.
Mi sonrisa apareció y me preguntó si es automática o realmente estoy algo loco por sonreír, a pesar de todo...
Ahorita siento que vale la pena todo. Me gusta como están las cosas, profesionalmente hablando. Gracias a Dios se continúa la consolidación. Espero que el cuerpo me ayude, para lo cual tendré que consentirle con una mejor alimentación y cuidado.
Hoy es un gran día, igual que ayer, un poco menos que mañana.
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