viernes, febrero 02, 2007

Atardecer

Colores diversos confundiéndose en la luz de un sol imponente,
atravezando la oscuridad y las nubes grises que se matizan,
horizonte de atardecer que se transforma en lienzo para Dios
regalándonos una obra de arte efímera como el tiempo en sí.

Yo perdido de asombro en el caos de mil ciudades estridentes,
atrapado en el mundano y frío día que se acaba de rutinas,
me distrae por instantes los rostros insensibles y apáticos,
perdidos caminan y corren y se detienen en la nada absurda.

Hoy la tarde se vuelve espectáculo irrepetible, mágica
y paulatinamente como la noche llega, me amalgamo de nuevo
en la masa incolora de la gente que deambula, que devora,
me confundo entre todos ellos, pero hay una diferencia...
sonrío, agradezco el instante y reafirmo mi fe en Dios.

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