Después de la noticia del fallecimiento del Papa Juan Pablo II, muchas fueron las expresiones de luto que se manifestaron, pero más grande aún es el gran legado que nos deja. Después de una vida llena de viajes, enfermedad, dolor, pero sobre todo mucha esperanza de que es posible unirnos en oración por un mundo mejor. Sigamos orando por todos nosotros que él está ahora viendonos en compañía de Dios.
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