lunes, diciembre 09, 2013

Tiempo


Yo sé de tiempos en los que las cosas eran más simples, el reloj marcaba pausadamente los segundos y los días eran más bien eternos. De pronto, en algún momento esto cambió y nadie me avisó que así sería. Hoy no hay reloj que pueda contener la vorágine que me sacude violenta. Quisiera dejar de fluir en este torrente absurdo de cosas sin sentido. Estoy más que atrapado. Esto se asemeja más a una prisión que me traslada de una celda a otra, donde cierro los ojos sin dormir y aparezco distante de todo y de todos. No es vida, o por lo menos no el concepto de lo que me imaginé en aquellos tiempos donde el reloj, perezoso, marcaba tiempos que nunca volverán.

1 comentario:

Anónimo dijo...

:)