El amor no llama, nosotros a gritos estrepitosos rompemos el equilibrio en una entropía inevitable que busca siempre salir de un ahogado caos incomprensible.
El amor no llama, cada uno queremos escucharle, cuando éste nace en introspección plena y sincera, lejos de las mascaras que reutilizamos y nos alejan.
El amor no llama, es más bien callado, le hemos hecho un mutis colectivo desde la individualidad egoísta de nuestras más terribles perversiones glorificadas.
El amor no llama, simplemente llega en los suaves mensajes no verbales de tu cuerpo que se desgarra en un grito silencioso pleno y lleno de ti.
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