Conocer las dimensiones reales y los alcances del ser humano, en todos los sentidos de la vida, es un ardua labor que dura toda la vida. Es precisamente este conocimiento el que nos permite tomar decisiones sobre las acciones que tomamos a cada momento. Si bien es cierto que no todo es acertado, siempre es muy probable que lo que decidimos es lo mejor, en ese momento para nosotros como individuos.
Por lo anterior, es necesario hacer una introspección muy conciente de lo que somos en realidad, aceptando nuestros errores y convirtiéndolos en áreas de oportunidad para alcanzar de la mejor manera posible el balance entre lo que somos y lo que hacemos en este mundo. Todos jugamos un rol en esta vida y convivimos en un entorno que afectamos con nuestras decisiones. Hagamos siempre nuestra parte para lograr el equilibrio, en la medida que todos nos vayamos sumando a este esfuerzo conseguiremos vivir la vida de manera más plena y sobre todo más congruente con nosotros mismos.
Si el engaño es desventajoso, imagínate, engañarte a ti mismo es mucho peor.
Por lo anterior, es necesario hacer una introspección muy conciente de lo que somos en realidad, aceptando nuestros errores y convirtiéndolos en áreas de oportunidad para alcanzar de la mejor manera posible el balance entre lo que somos y lo que hacemos en este mundo. Todos jugamos un rol en esta vida y convivimos en un entorno que afectamos con nuestras decisiones. Hagamos siempre nuestra parte para lograr el equilibrio, en la medida que todos nos vayamos sumando a este esfuerzo conseguiremos vivir la vida de manera más plena y sobre todo más congruente con nosotros mismos.
Si el engaño es desventajoso, imagínate, engañarte a ti mismo es mucho peor.
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