La Navidad está aquí...

Casi una semana sin pararme por acá y es que la cotidianidad nos está llevando por un camino sinuoso y vertiginoso que no tiene para cuando desacelerarse. Lo único que se desacelera es la economía, y en que momento, cuando la navidad es inminente y el deseo consumista que estuvo pasivamente controlado durante todo el año sale a la luz y nos convertimos en una especie de mostruo que compra, compra y vuelve a comprar, aún con la poca liquidez, eso no es impedimento, para eso hay sistemas de apartado, aboneros, créditos (¡Qué miedo!) y tantas ventas especiales que nos hacen caer en la tentación de gastar un promedio de 3.5 veces lo que gastamos en el resto de los meses.

Sí, sé que piensan, para eso es el aguinaldo, ¡Me lo he ganado! El dinero es para lo que mejor sirva y si para ti es el comprar regalos o algún pequeño lujo, pues adelante. Pero no hay que dejar lo primordial, lo esencial por lo suferfluo.

Los regalos son maravillosos, el dar es un espíritu que se contagia. Pero con detalles también podemos dar parte de lo que somos. Es importante el estrechar las relaciones, el abrazar, el dar ese cariño que las personas a nuestro alrededor nos piden, muchas veces en silencio.

No crean que el decir todo esto me convierte en algo así como el más ávaro y "agarrado" de la ciudad. A mi me gusta regalar, pero creo que el sentido se ha ido perdiendo cada vez más. Nos estamos mecanizando en una navidad artificial, vana. Donde lo primordial es: lo que me regales es lo que soy para ti. La Navidad va más allá de esto. Es amor, es paz, tranquilidad, armonía, familia, risas, alegría, convivencia... ¿Te suena esto para tu Nochebuena?

Vivamos estos días plenos, contentos, compartiendo la época y aprovechemos la disponibilidad de las personas a la convivencia. El 2009 viene lleno de retos y tenemos que prepararnos a conciencia. Vivamos este diciembre de la mejor manera. Sonrían y sean felices.

Saludos navideños a todos, gracias por su visita.