Rutina

El día de hoy estaba escuchando involuntariamente a dos personas quejarse de lo rutinaria que era su vida, se quejaban de que todo su día era trabajo y más trabajo.

La rutina es aquello que nos lleva a una repetición aburrida de cosas que se suceden una y otra vez, es decir, sin variación. Bueno es esa más o menos la definición más común.

Creo que la rutina esta algo así como satanizada, porque la rutina puede ser bella, como el atardecer, digo, todos los días hay puestas de sol. Igual la rutina de darle un beso a mi hijo cuando le veo, sería sumamente extraño no hacerlo, salirme de esa "rutina".

Creo que hablamos de nuestras actividades diarias, la cotidianidad de nuestra vida, la monotonía que hace que los días pasen lentos, ya que queremos salir, escapar de la prisión en que hemos convertido nuestra ocupación diaria. Anhelantes del fin de semana, donde por arte de magia podemos desaparecer los hábitos rituales que conforman nuestro tiempo.

Pero viéndolo desde otro punto de vista, cada día la opción está en nuestra actitud, si cada día lo vemos como una repetición exacta de lo vivido el día anterior y al anterior y a cada día lo vamos etiquetando como idéntico a los anteriores, así estamos listos para ser las personas más rutinarias jamás vistas. Pero la opción más adecuada es ver cada día como la posibilidad de encontrar nuevas formas de ver nuestras actividades. En este punto me dirá alguien que su trabajo es el más monótono del mundo, que sus ocho horas está haciendo la misma actividad, que es imposible que pueda hacer algo para diferenciar sus días unos de otros.

Mi respuesta es simple, el trabajo por más sistemático que este sea, nos va permitiendo moldearlo de modo tal que cada día mejoremos algo del mismo, no sé incluso podamos innovar y crear nuevas formas de hacer más eficiente el proceso. Hasta aquí, estoy diciendo uno de los extremos, porque la mayoría de los trabajos, no son necesariamente iguales las actividades diarias. Pero aun cuando lo fueran, siempre será diferente si cambiamos algunas de las cosas que si se pueden cambiar: El saludo de la mañana, el receso para tomar un café, la reunión semanal, los planes para hacer un torneo de algún deporte, la hora de salida y la planeación de hacia donde dirigimos nuestros esfuerzos. Podemos hacer tantas cosas como uno quiera.

Aquí lo que importa es ponernos metas a corto, mediano y largo plazo. Evitando siempre la tensión y el tedio, recordando que el trabajo es el generador de bienes materiales y estabilidad financiera y emocional. Si en tienes la inquietud de que tu trabajo no es lo que quieres hacer en tu vida, traza nuevos horizontes, cuidando siempre no caer en el error de renunciar sin antes tener un plan de ocupación inmediata, ya que he visto casos que se lanzan y se estrellan al no encontrar otra opción de empleo y terminan frustrados en trabajos que no les satisfacen, incluso les deja una sensación de retroceso.

Volvamos a la actitud, esa parte tan importante para nosotros como que es una especie de máscara que nos muestra como somos y la postura que tenemos ante la vida. La recomendación es sonreír, es ir por todo siempre, porque hay que creer en lo que sabemos, en lo que somos capaces, sin menospreciarnos nunca, porque realmente tenemos la capacidad de hacer todo lo que soñamos, todo lo que pensamos y que tenemos fe.

Si vemos a la rutina como una etapa de nuestras vidas, la cual podemos modificar con conciencia, transformaremos una sensación de tedio en situaciones de sinergia que invariablemente nos llevarán a mejores posiciones de vida y a nuestra creatividad la incitara a revolucionarse y darnos mejores ideas para lograr beneficiar nuestra calidad de vida.