Aún con la puesta del sol, no te sales de mi mente
Transitas sin rumbo o directo al corazón
Nadie detiene ya al sol, que inmaculado se sonroja
Y el horizonte devorador del tiempo se atraganta
Es un gran bocado que lo mantendrá invernando
Junto a mis recuerdos atormentados sin paz
Que repiten incesantemente tu nombre
Tu nombre, tu nombre.
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