Sueño convertido en pesadilla
Esta es la historia de como el sueño se convirtió en pesadilla. Por fin Alejandro Filio estaría en Hermosillo y en una fecha en que coincidiamos, en pocas palabras podría ir a ver su presentación. Dos días antes, me enteré del evento por medio de un pequeño poster perdido en la inmensidad de la ciudad. Sí, es verdad que uno debe de estar enterado de los eventos, pero la vida y su vertiginoso andar a veces nos ciega de nuestro entorno. Volvamos al punto, el día viernes en la noche, veo esta publicidad e inmediatamente llamo para reservar mi lugar, una vez hecho esto, procedo a ir al lugar a pagar (más vale pájaro en mano) nada más llegar y la atención en el lugar, pésima, de hecho quise aprovechar la frescura de la noche para tomarme una cerveza helada, pero estuve alrededor de diez minutos y ni un solo mesero ni siquiera se digno a voltear a verme, por este hecho decido acercarme a la caja y ver la compra de los boletos y ahí me atiende una señorita quien me informa que quedan muy pocos lugares y que las mesas deben de estar formadas por cuatro personas, sino es así, es imposible tener un buen lugar, sin embargo, me dice que habrá mesas comunitarias donde podrás estar las personas, que al igual que yo, no alcanzaron o no pudieron ser cuatro para tener un mejor lugar, una vez aceptada esta condición, le cuestiono sobre la hora para poder llegar y escoger un mejor lugar, comentándome que desde las seis de la tarde estará abierto el lugar. Pasa el día sábado y llega el ansiado domingo, la publicidad nos decía que las veinte horas era el inicio del concierto. Así que alrededor de las seis y media llego al restaurARTE eSTA... Cabral, primera decepción está cerrado, bueno en realidad están acomodando sillas, mesas, bebidas, alimentos, preparando todo para una velada espectacular. Tomo todo con filosofía y decido dar una vuelta por la plaza Zaragoza, me como una deliciosa nieve de garrafa de refrescante limón y me siento unos minutos, decido esperar fuera del lugar sede de la presentación, el entusiasmo no disminuye ni por las veintena de personas que forman ya una fila sobre la calle, aun no abren las puertas. Mi experiencia en la organización de eventos, me lleva a pensar en que es un mal negocio, pienso, estas personas e incluso yo, podríamos estar consumiendo en la espera de la presentación estelar de la noche. En estas estaba, cuando poco después de las ocho de la noche se escucha una voz en la puerta invitando a las afortunadas personas que cuentan con una mesa reservada que pasen. este proceso se hace de manera desorganizada y lenta, provocando una diferenciación con todos los demás que no pudimos organizar mejor nuestra vida para completar una mesa de cuatro personas que nos diera derecho de tener un trato preferente. Una vez acomodados los que contaban con una reservación, me indicaron una mesa en la orilla de un pasillo que quedo casi al tope de la pared, sólo separados por una última hilera de mesas detrás de nosotros, jamás imaginé que este pasillo significaría un paso constante de meseros, organizadores y asistentes por encima de mi silla. Y es que las expectativas que uno se puede generar a partir de cierto tipo de eventos es realmente basados en la experiencia de la asistencia en eventos similares, y mis expectativas eran muchas.
Así estuvimos durante mas de una hora esperando la entrada triunfal de Filio con su guitarra, cosa que no ocurría, no hubo un artista local que cantara algunas canciones que pudiera dejar el ambiente propicio para el artista principal como es la acertada costumbre. En este lapso, el mesero nos informo que lo que pidieramos de su barra o cocina deberiamos pagarlo por adelantado y en efectivo. Mi ánimo seguía firme, aunque no tanto, así que pedí unas quesadillas y una limonada mineral. primero me trajo la limonada en un vaso desechable, contrario a los vasos de vidrio usuales para esa bebida y en los cuales servían al resto de los asistentes, el mesero me informa que no les alcanzaron los vasos de vidrio y que apenas los va arecoger para rapidamente lavarlos y utilizarlos, media hora después de pedir las quesadillas a manera de botana llega el mesero y me informa que no hay jamón para las quesadillas y que sólo me puede ofrecer en sustitución poner un poco de frijoles a las quesadillas, le pedí de la manera más atenta pero con mi sonrisa sarcástica que no le pusiera nada, sólo queso, media hora después llegaron las famosas quesadillas enmedio de una de las mejores canciones de Filio, imagínense el cuadro, Filio cantando y su guitarra se escuchaba maravillosa y el mesero llega y me dice: Aquí están sus quesadillas son 49 pesos con la limonada, se le paga y aprovecha para preguntar a la mesa en éxtasis que si se les ofrecía algo más, todos casi le callan diciendo que no, a continuación procede a levantar vasos y platos que había en la mesa, haciendo esto sin el menor respeto al artista. Bueno, es el lugar me intenté tranquilizar y utilizar la poca tolerancia que a veces uso.
¡A platicar al parque!
Les comenté del pasillo que se dejó entre la penúltima y última mesa, bien, este pasillo fue el que permitió a los quince "maravillosos, eficientes, gritones" meseros atender con "celeridad" las mesas, por lo mismo durante todo el concierto se escucharon sus gritos, sus voces, sus risas, en conjunción perfecta con la particular voz de Filio en mis oídos llegaban las notas, la melodía y las órdenes de "mueve esas sillas para allá, ahorita le traigo su cervecita, son cincuenta y tres pesos", no es exageración, T O D A L A N O C H E, así, casi al final del concierto pude aislar las canciones plenas de magia del Gran Alejandro Filio del resto de sonidos, sobretodo de los perturbadores y me entregué al encuentro.
No hay
Durante las pocas mas de tres horas que se entregó Alejandro Filio, se acabó el agua, el agua mineral, el jamón para las quesadillas, el hielo y todo esto casi hacía que se perdiera la magia, afortunadamente, en esta ocasión volvió a ganar la música que une, que todo lo puede a la mala organización que imperó en esta ocasión.
¿Nos vemos en la próxima?
Realmente me extraña de Freddy ya que en anteriores eventos ha demostrado una mayor organización o quizás siempre sea así y no lo había vivido, ya que anteriormente no había esto de las "mesas comunitarias" que la verdad hacen mucho más complicado todo. Mala idea. Creo que puede haber mesas comunitarias de cuatro personas, de cualquier manera la gente que asiste a este tipo de eventos son gente que no les molesta compartir su mesa. Es mi muy humilde opinión. Realmente espero que esta experiencia no se repita, ya que el esfuerzo que se está haciendo por promover este tipo de eventos es muy grande y además el riesgo que se toma es de admirarse. Échenle ganas y cualquier cosa que podamos hacer como asistentes a los eventos no dejen de hacernoslo saber.
Alejandro Filio
Sobre Filio que decir, me encanta, su estilo y su sensibilidad pudieron contra todos los detalles que en cualquier otro artísta me hubieran hecho levantarme de mi lugar e irme. Pero disfrute enormemente lo que alcance a hacerlo. Gracias Filio, me encantaría verte en un auditorio. Próximamente.
Saludos.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario