Han pasado muchas cosas en los últimos días. He conocido a personas maravillosas, eso me permite tener fe en que hay afuera todavía gente buena. También he confirmado que hay muchas personas comprometidas con su entorno social, así como en la búsqueda constante de mejorar sustancialmente su vida, no nada más por encimita. Y que conste que no hablo de la cotidianidad absurda que nos lleva a realizar mecánicamente nuestro trabajo, sino de aquellos que están dando un poco más de su creatividad, de su inteligencia y que sin querer y muchos sin saberlo, eso los hace crecer como seres humanos.
Fue el Festival de la cerveza y jazz, un reencuentro con muchos amigos que gustan del resultado etílico del arte de la fermentación, claro, siempre responsablemente y disfrutando más la calidad que la cantidad (ja, ja, ja). El evento sirvio de escenario para promocionar el espacio del teatro al aire libre, que aparte lució majestuoso y además la naturaleza nos regaló un clima excelente. Todo se conjugó en una buena noche. Hay que comentar que hubo algunos detalles que demeritaron el festival, la poca cantida de cerveza internacional, las enormes pausas entre grupos invitados, pero por lo demás... Hay que repetirlo el próximo año para sacar la espina.
Las decisiones en el parque cada vez son más difíciles, vienen tiempos que exigen retos, es momento de aterrizar todo el trabajo de más de 16 meses. Viene la mejor parte, estoy seguro de ello.
Mis amigos no creen lo que digo, pero hay caos en este momento en mi espíritu, dentro de mi cabeza circulan ideas vertiginosas que de momento me roban mi sueño. Tengo algunas semanas, que duermo en promedio tres horas. Sé que necesito descansar, debo de encontrar el tiempo para hacerlo, de momento el tiempo que se da para ello, no está funcionando. Si esto sigue, tendré que acudir por ayuda... Aunque el insomnio a veces es una bendición, usualmente es algo desesperante. Estar sin estar, no poder descansar el cerebro, ver entrar por la ventana la claridad inminente de un nuevo día y saber que son pocos minutos los que quedan para iniciar la jornada es cansado. Muy cansado.
El clima ya empezó a cambiar, pero solo como pasa en Hermosillo, unas tardes frescas, al día siguiente un calor infernal, la incertidumbre si prendemos el aire acondicionado, cuanto nos costará ahora que ya culminó la temporada con horario preferencial de verano, eso, para muchos, es estresante. La idea que el dinero va y viene acorde a lo que te tiene que pasar es una realidad cada vez más palpable. Pensemos positivamente, si lo creemos, sucede.
Gracias a todos por sus visitas, siempre es un placer recibirlos. Hasta pronto.
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