Tú... el mar.

Estoy ante la posibilidad de decirte todo lo que siento por eso me detengo en la manera de expresar el pensamiento que fluye en este momento por mi mente y la creatividad se disuelve como el vapor de la humedad relativa que el cielo absorbe en espiral infinita que vuelve una y otra vez siempre.

El mar y las olas se desarrollan en interminables formas que vuelcan la espuma y el viento inquieto revolotea entre el deseo del mar por salir de su contenedor absurdo en la potencialidadinequívoca de un horizonte perfecto que se conjuga con el sonido arrítmico y musical que potencia la posibilidad de tener toda la energía convertida en vibra que penetra en la piel que sólo guarda el olor salino y en la memoria el azul verdoso de este mar que me devuelve a la memoria perdida de mi infancia.

El interpretar este pensamiento y compararlo literalmente o quizás poéticamente contigo es casi una simplicidad absurda porque veo tus ojos en el color intenso de las olas el revolotear de las mareas en tu cabello expuesto a la brisa que me llega como si fuera tu risa convertida en constante durante la marea alta y tu bello cuerpo etéreo y magnífico como el mismísimo océano.

Aquí estoy en este momento frente a la contemplación magnificente del mar sin ti y en ausencia te pido y te hago llegar mi pensamiento a pesar de ser abstracto y sin sustento te resuelvo como lo hacía sin pensar en nada más que en la posibilidad tan remota de encontrarte en este sueño tan pleno tan lleno y definitivamente tan cercano a ti a tu nombre que se repite en el eco ajeno de la reverberancia del infinito azul que me inunda me llena pleno completo absoluto.

Ahora somos sólo tú y yo sin la existencia de nada alrededor que distraiga en miradas obsoletas e intrigantes contaminando el entorno de por si brumoso de un día que acaba en luces dispersas y distendidas sobre la faz de esta tierra hambrienta de amor de nuestro amor que lucha por sobrevivir aun en la distancia cobarde y enfermiza o el destino que tuerce la vida en una macabra orquestación casi sintética y que hiere lacerando más que la piel el alma.

Mis lágrimas respiran tu ser y lo renuevan y no queda la menor duda de que en este momento la divinidad se está empeñando en hacer que regresemos la mirada al pasado donde las memorias dejan una huella indeleble en los sentidos que se ofuscan pero al final del día vuelven a ser de nosotros dos lo que antes era compartido a mitades y que se enreda cual laberinto misterioso y complejo y cómplice del tiempo y de nosotros dos que de seguro miramos en la misma dirección con el anhelo auténtico de ser de nuevo uno solo. Te amo.