Absurdo es caminar en este desierto. El calor golpea inmisericorde la piel y la calcina. No hay remedio contra esto. La sensación térmica ronda los cincuenta grados centígrados e incluso, el mismo termómetro ha llegado a cuarenta y nueve centígrados a la sombra.
Hermosillo sigue siendo caliente y nosotros simplemente al vernos sudorosos y acalorados a más no poder, con una sonrisa forzada, saludamos con un: -"¡Qué calor! ¿Verdad?
Así es mi ciudad, caliente, por eso nuestra relación con el astro rey es tan intrínseca, tan de nosotros. Así que no nos queda más que disfrutar la bien llamada Ciudad del Sol.
Hermosillo sigue siendo caliente y nosotros simplemente al vernos sudorosos y acalorados a más no poder, con una sonrisa forzada, saludamos con un: -"¡Qué calor! ¿Verdad?
Así es mi ciudad, caliente, por eso nuestra relación con el astro rey es tan intrínseca, tan de nosotros. Así que no nos queda más que disfrutar la bien llamada Ciudad del Sol.