La vértigo que provoca la rapidez con la que se se van los días cuando las actividades sobrepasan la capacidad de atención de una sola persona es algo impresionante. En estos pocos minutos, donde la mayoría de las personas están disfrutando (o quizás no) de una deliciosa comida. Estoy sentado en mi escritorio tomando una pausa, o algo similar a eso. Decido escribir, aunque sean solo unas pocas líneas las que resulten.
Estando en esta situación, me siento cansado, con algo de hambre, abrumado, más que otra cosa. Mi carro está descompuesto, es algo eléctrico, supongo, tengo mucho trabajo pendiente todavía, citas atrasadas y trabajo que espera mi atención.
Aun con la lista de prioridades hecha, en papel se ve complicado, pero la experiencia me dice que es mucho más complejo, que el tiempo es mucho más agresivo, menos rendidor, esto pasa siempre, es momento de acoplarse a esta situación y darle adelante a la mayor cantidad de asuntos.
En eso ando en estos días, por ello no he escrito con la frecuencia que lo había venido haciendo, a todos los que me visitan y leen, mil gracias y sobretodo por sus comentarios, seguimos pendientes...
Un abrazo absoluto.
1 comentario:
En mi caso te entiendo perfectamente y aún con el ajetreo del trabajo, los planes, proyectos, pendientes y el sinfin de actividades por hacer, acá por mi parte espero tus letras.
Que todo te salga de maravilla, que cumplas tus metas y te veas bien recompensado.
2Besos!
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