domingo, julio 17, 2005

No hay nada mejor que un domingo de descanso, bueno si a descansar se le llama lavar, planchar, salir a comer, checar la agenda de la semana. Pero lo mejor de un buen domingo es disfrutar de una rutina diferente en las personas, un día diferente definitivamente, aunque cada día tiene su particularidad, el que se lleva el primer puesto es sin duda el domingo, es un día espiritual (para algunos religioso) pero ver a tus padres palticar con ellos, a tu familia, a tus hijos, disfrutarles diferente, no hay pretextos validos para no hacerlo. En mi caso, prefiero los domingos de flojera, de estar acostado disfrutando de tu sillón, de tu cama, de un buen libro, de una buena charla, de una comida diferente, del tiempo, de como las horas transcurren de manera distinta...

Hoy fue un día bueno, como casi todos, porque a fin de cuentas todo depende de las decisiones que tomamos en cada caso, en cada acción, en eso radica nuestras oportunidades de disfrutar hasta lo no tan bueno, de guardar las cosas como experiencia de vida. Hoy domingo fui feliz. De verdad que es lo mejor, que llegue la noche y saber que pasaste un día domingo que tus decisiones hicieron que valiera la pena.

Mañana inicia una nueva semana, una oportunidad nueva de hacer las cosas a nuestra manera, de demostrar que nuestra capacidad de asombro no se ha perdido, de mirar el sol, de sentir el calor intenso de nuestra tierra y sentir el orgullo de ser de aquí. Por mi parte así lo haré y será una buena semana, de cualquier modo así será.

Ante mi incapacidad de hacer más largos los días, trataré, juro que trataré, de que sean días mejores.

Feliz inicio de semana. ¡A trabajar!

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