Casi 2011

Estamos a menos de veintiocho horas de que culmine el 2010. Nueva década, nuevo año que nos traerá muchas cosas novedosas. Algunas las consideraremos malas, otras, esperemos las más, serán muy buenas, lo importante es que podamos vivirlo.

Siempre hacemos un balance entre lo que nos afectó y lo que nos lleno de satisfacciones. Es definitivo que cada año nos deja un cúmulo de experiencia, queremos o no, así es y así seguirá siendo siempre. Los propósitos de este 2010, han quedado muy lejanos para recordarlos. Hoy es momento de pensar en lo que queremos. Las metas alcanzables y que nos lleven a un panorama de esperanza, pero sobre todo que nos deje alegrías en el proceso.

Lo mejor es hacer tres plazos, el inmediato, el mediano plazo y lo que queremos para el próximo año que volvamos a estar en este momento de reflexión. Lo realmente importante es el pensar en lo que queremos hacer, lo que nos motiva, que cambiaremos, que buscaremos, cuantas cosas vamos a revolucionar para poder alcanzar las metas, a quienes involucraremos en el proceso, a cuantos ayudaremos con nuestros objetivos, que tanta luz llevaremos en nuestra misión 2011 que nos permita iluminar el camino, no sólo para nosotros, sino para aquellos que transitan a nuestro lado.

¿Qué sembramos en este año que pasó? Depende de eso lo que colectemos en el año que viene. Recuerden que junto a la cosecha, debemos ir abonando el campo y continuar la siembra. Eso si es una constante y una obligación. Pese a estar obligados, debe de hacerse de corazón y sin pensarla, esa es la condición. No vale hacer cosas porque tenemos que hacerlas o porque no me queda más que hacerlo. Lo realmente importante es que el corazón sea el que lo haga, sin más. Eso genera una felicidad instantanea y es además multiplicadora. Pongamos en nuestra misión de vida para este próximo período un plan estratégico que esté lleno de lo mejor de nosotros. Nada impedirá que se realice, porque si tu lo quieres hacer, podrás hacerlo. Es así de simple, es así de sencillo.

Feliz 2011 para todos. Bendiciones totales. Por acá andamos amigos, ya saben!