lunes, febrero 21, 2011

La vida

Tratando de clarificar la vida me he puesto a escudriñar en las diferentes fuentes de información sobre el significado de la vida misma. Los libros especializados, las películas, la ciencia, la religión, todos hablan de creencias, de hipótesis, de conclusiones. Claro, todo mundo dice y comenta aportando algo interesante, más nada es definitivo, no hay absolutos.

Tratando de ser un poco práctico e incluso pecando de simplista, en mi muy humilde opinión la vida se trata de cuatro aspectos fundamentales, lo demás es simplemente complicarla.

El primer aspecto sería aprendizaje. Desde que nacemos, aprendemos, ampliamos el bagaje genético con conocimientos, con experiencia que aplicados o no a la vida, nos van a acompañar toda la vida.

El segundo aspecto es relacionarnos. Aquí entran todas nuestras relaciones, familia, amigos, parejas, compañeros de escuela, trabajo, conciudadanos, en fin, todas aquellas personas con las cuales interactuamos, son importantes. Incluso se incluye a todos los seres vivos del planeta. Es como nos relacionamos con el entorno social.

El tercer punto es la espiritualidad. Aquí entran todos, hasta los ateos, los escépticos, todos llevan algo que se llama espíritu. Muchos relacionan su espiritualidad con la divinidad a través de las religiones o de sus propias creencias. De este punto, en la gran mayoría de los casos, depende el equilibrio que sostiene la existencia.

Y por último la trascendencia. Esto no es solo que nos recuerden. Es algo más amplio, es hacer las cosas poniendo en cada detalle una marca, algunos le llaman pasión, otros vibra, alma, en fin, como le denomines es lo de menos, lo realmente importante es compartir nuestra vida de una forma que podamos aportar algo al equilibrio cósmico. Dejar puesta nuestra huella en la historia para que alguien o algunos se acerquen a su propia trascendencia. En la medida que logramos esto transformamos la forma de vivir, primero de nosotros mismos y paulatinamente de los que están a nuestro alrededor.

En resumen: Aprendizaje, Relaciones, Espiritualidad y Trascendencia.

Llevar una vida con este conocimiento es fácil. Te da mucha confianza y esto se traduce en felicidad. No es fácil cambiar nuestra programación para entrar de lleno a entender esto y no es inmediato. Se requiere de esfuerzos, de tiempo, de dedicación. Entran muchos cambios en nuestra tolerancia, en nuestra fortaleza, porque las personas no están acostumbradas a alguien que sonríe, que siempre anda de buen humor, que siempre le va bien, que pese a que su vida está, aparentemente atorada, anda optimista. Todo esto provoca el saber hacia donde nos dirigimos. Aprendamos pues, siempre, sigamos llenándonos de conocimiento, relacionémonos de manera inteligente, busquemos en nuestro interior, llenemos de gratitud nuestra alma, encontremos de nuevo el camino de los valores, esta vez aplicándolos no nada más sabiéndolos y de ahí empecemos a vivir en busca de nuestro legado. El legado es nuestra marca, todo lo que hagamos va agregándose a nuestra marca, a nuestro ser, cuidemos de nuestra imagen, pero no en el sentido estético, sino en la profundidad de lo que representamos como seres humanos.

La vida es hermosa, hay mucho en ella de grandioso, estamos aquí por algo y para algo, cumplamos con nuestra misión.

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