viernes, agosto 27, 2010

El deber

Hay ocasiones en que la vida nos pone en situaciones sumamente incómodas, donde no podemos hacer nada por cambiar las cosas que van pasando. En estos momentos que la situación laboral en el país está complicadísima, dejar sin trabajo a personas que han sido fieles a una empresa es de lo más doloroso. No depende de mí. Es necesario para sostener un poco más el equilibrio entre ingresos y egresos. La situación es por demás estresante. Pero hay que hacer lo que debemos hacer.


2 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola buenas tardes, yo creo que todo es cuestión de actitud y de enfoque de la forma en que tomes y mires la vida; es decir creo que hay que establecer siempre el respeto ante todo, pero es importantísimo implantar la motivación a tus subordinados y hacer equipo hasta el último momento y la forma en que tu digas o des la noticia es el impacto es como cuando dicen uno cosecha lo que siembra. Mi consejo es hablar con la verdad y poner las cartas sobre la mesa de cual es la situación y dar ideas a esas personas hacia donde pueden dirigirse en adelante cuales son puntos fuertes, hacerles saber cuan importantes son y fueron y el porque la decisión y eso es todo. No decir pobrecito está díficil porque siempre ha estado díficl, solo hay que saber revisar el nuevo panorama y buscar una nueva oportunidad. Mientras hay vida hay esperanza todo es según como enfrentes las situaciones. Atte. Sandra

ALBERTOMORENO dijo...

De acuerdo Sandra, sólo como comentario adicional, hay en esta situación algunas características especiales que hacen un poco más complejas las cosas. Gente de la tercera edad que difícilmente conseguirán otro empleo, gente especializada en una labor que de nada sirve en otra parte. Si, sé que son los riesgos de los trabajos, pero no deja de ser difícil. Un saludo enorme, gracias por visitar mi blog.