Es verdaderamente un lío el intentar desentrañar la madeja de lo que significan las cosas hablando emotivamente. El ser humano tiene la enorme capacidad de adaptarse al entorno, de hecho, más rápido que lo que podamos suponer que sucede en realidad. Ahora bien, el entendimiento de los hechos simplemente clarifica las cosas o le dan su lugar en la mente, pero esto no quita el sentimiento. Prácticamente la conclusión es que buscarle su nombre a las cosas no sirve de nada. Es más bien un simple manera de saber algo que sientes y que no puedes nombrar.
El punto principal en esto es que siento algo que no se como se llama, nunca lo había sentido y no me gusta. Entonces, debo hacer algo para no sentirlo más, eso lo sé, soy muy radical en ese sentido. Lo que haré será olvidarme de etiquetarlo, cambiar la frecuencia por otra y seguir adelante. En este momento hay demasiadas cosas en mi cabeza como para sentirme así como me siento. Si preguntara estoy seguro que la gran mayoría diría que es estrés, la verdad no lo creo, pero no puedo descartarlo tampoco.
En la modernidad que la vida nos ha dado, nos lleva por una montaña rusa de emociones que difícilmente podemos ejecutar, por ello es necesario el mantenernos concentrados en lo esencial. Sé que en este punto no podemos acercarnos a lo que es realmente básico y cual es su esencia en nuestra vida, pero por algún lado tenemos que empezar. Mis prioridades deben de estar bien definidas y tangibles, sino, me perderé en el mar de pensamientos y sentimientos que se encontrarán y entonces si, la locura será lo único que realmente sea palpable en mí.
Debo encontrar la manera de dejar de analizar todo, de pensar un poco más en lo que sigue. La visión no debe de perderse de vista nunca. Todos tenemos una meta que debe de ser el objetivo real, no debemos de perdernos, puesto que de esto depende la felicidad diaria, la que nos trae la cotidianidad, no aquella que forzamos para que venga, sino la que a cada momento nos sorprende y nos permite mantenernos atentos, sonrientes y a la expectativa de lo que nos asombra.
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