Camina apresuradamente, alejándose de aquel estacionamiento inmenso, es casi medianoche, el tráfico cesó de pronto y sólo se escucha la ruda y fría brisa invernal. El eco de sus pasos se ahoga en la humedad del pavimento. Voltea y ahí los ve, son dos o tres. No alcanza a distinguirlos, la luna no ayuda de mucho ni la escasa luz de las farolas de este estacionamiento. Busca en sus bolsillos las llaves, cada vez se acercan más, corre. Arroja el paquete que no le permite correr más veloz. El sudor empieza a mojar su cabello, pese a los dos grados centígrados que imperan esa noche. Voltea y su temor se convierte en terror al ver que se acercan cada vez más. Busca desesperadamente su auto y la misma desesperación no le permite ubicarlo, toma las llaves y estas se resbalan de sus manos. Las busca en el suelo, las toma torpemente, tiemblas sus manos. Voltea de nuevo y cada vez estan más cerca, le llaman por su nombre, ya no hay duda, es a él a quien buscan. Les grita amenazadoramente que se alejen y ellos sonríen entre ellos, dejan de correr.
El localiza el auto a escasos diez metros, corre hacia él y lo intenta abrir. De pronto lo rodean, al verse perdido, se prepara para defenderse. El que aparenta ser el líder le habla: "-Señor Martínez,¿Porqué corre? ¿Acaso huye de algo?"
El terror se apodera de su cuerpo al ver que se le acerca y absurdamente se pone en guardia y todos echan a reír, la situación es tensa para él, pero ellos sólo ríen.
"-¿Qué quieren de mí? ¿Eh? ¡Digánme malditos cobardes!"
"-Señor Martínez, olvidó su cartera en la caja, soy Jorge Morales, gerente de la tienda, ¿Me recuerda?"
"-Aquí tiene su paquete Señor... Disculpe si lo asustamos."
El Señor Martínez, sólo atinó a sonreír, aunque por dentro, aun seguía temblando.
El localiza el auto a escasos diez metros, corre hacia él y lo intenta abrir. De pronto lo rodean, al verse perdido, se prepara para defenderse. El que aparenta ser el líder le habla: "-Señor Martínez,¿Porqué corre? ¿Acaso huye de algo?"
El terror se apodera de su cuerpo al ver que se le acerca y absurdamente se pone en guardia y todos echan a reír, la situación es tensa para él, pero ellos sólo ríen.
"-¿Qué quieren de mí? ¿Eh? ¡Digánme malditos cobardes!"
"-Señor Martínez, olvidó su cartera en la caja, soy Jorge Morales, gerente de la tienda, ¿Me recuerda?"
"-Aquí tiene su paquete Señor... Disculpe si lo asustamos."
El Señor Martínez, sólo atinó a sonreír, aunque por dentro, aun seguía temblando.
2 comentarios:
Hey, you scared me!! I liked it.
ahh que desesperancia!!! jaja
irma:)
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