Esta noche me detengo un momento, bajándome del tren de la vida rápida que he tenido en las últimas semanas. Han pasado algunas situaciones que no he podido atender por la misma sinergia en que me he visto sumergido, tanto laboral como personal, sí, lo sé que no es justificación para perderme de lo que es prioridad, la familia.
Hermano, hace algunos años pasé por un bache, una espiral oscura donde no encontraba donde detener la inercia que me llevaba cuando lo único que buscaba era detenerme y empezar de nuevo. Ahí estuviste, de alguna extraña manera, estando y sin estar, ahí estabas. Creo que he minimizado mi presencia en tu vida por temor a tu carácter fuerte y la necedad que siempre te ha caracterizado. No hay pretexto, lo sé. Pero sé con certeza que no te detendrá este bache. Recuerdo muchas anécdotas, pero me viene a la memoria el incidente en la carretera con Verónica y mi madre, ¿Recuerdas lo que dijiste? Es una nueva oportunidad! Esas fueron tus palabras.
Las etapas en la vida son así, empiezan, se desarrollan y terminan, unas antes de lo planeado, otras duran más de lo que deberían, pero así es. Lo que sigue carnal, amigo, es entender que sigue y aprender, claro, buscando siempre el menor daño posible a todos, pero principalmente a uno mismo.
Ahora es el momento, ya te lo dije, de demostrar el carácter, enseñar de lo que estamos hechos, de que es posible mirar el amanecer como una oportunidad, porque cada día es una nueva historia, nosotros vamos escribiendo cada día una página, de nosotros depende, de nadie más lo que escribimos ahí sea algo importante o simplemente dejar páginas en blanco.
¿Qué hacemos hermano? Creo que no es necesario decirte, tu siempre has tenido la madurez para saber que es lo que procede. A tu alrededor hay muchas bendiciones, una familia que te apoya sin juzgarte, pero si, señalando lo que tú ya sabes. No te detengas en tu esfuerzo, haz lo que tienes que hacer, no estas solo. Vamos con entusiasmo y sobre todo por tus hijos, que te necesitan y que deben de ver en ti lo que eres, un gran ejemplo de esfuerzo, trabajo y, te lo repito, de carácter.
Te quiero mucho carnalito, vamos con todo, aquí tienes mi apoyo, mi cariño y sé que pronto esto será parte de una gran experiencia de vida, de donde sacaremos lo mejor para compartirlo con nuestros hijos, que es lo mejor que podemos dejarles.
Que siga el rock n´ roll!!!
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