Espiral ascendente

¿Qué puedes pretender con esa postura tan indiferente hacia mí?

¿De pronto crees que la vida te va a repetir la dosis que ya en el pasado padeciste?

¿Crees que sin siquiera existir motivos de pronto te pasará de nuevo?

La vida es una espiral, no es un ciclo infinito que regresa al punto de partida. Es más una evolución. Es atrapar de pronto los momentos y hacerlos que valgan la pena, aplicando lo que la vida nos va dejando como experiencia. Sí, es verdad que da miedo repetir la historia de fracasos que nos antecede, sin embargo, la propia vida nos enseña que difícilmente se repetirá la historia, si es contada por un narrador diferente. Atreverse a confiar de nuevo no es fácil, pero es posible. Intentándolo con fe y amor, la posibilidad de errar se minimiza y desaparece.

Entendiendo que el amor es la clave para avanzar constante en la vida, en el desarrollo de nuestra parte más importante que es el ser. Dando orden a nuestros pensamientos y a lo que queremos hacer en ésta, nuestra misión, es como tendremos éxito en alcanzar nuestras metas.

Nadie puede hacer las cosas por nosotros, esta vida no es en equipo, cada uno, en lo personal debe de alcanzar sus propios éxitos. Esto no implica que no podamos tener nuestros asesores, guías, que nos soporten en esta gran carrera que es la vida. Esas personas siempre están ahí, lo queramos o no. Son todos los que nos aman, así de simple, aceptándonos con todos nuestros errores, haciendo posible que avancemos cada día un poco más.

Despierta, la historia no se está repitiendo. A menos que eso sea lo que tú quieras. Esa es la única manera de que la espiral ascendente que es la vida, se convierta en un círculo cargado de ecos que sólo detienen el elevarte a nuevos y mejores niveles.

Aquí estoy y aquí estaré siempre que sea eso lo que quieras. Si quieres que esté, estaré. Sino, esperaré cerca para cuando lo requieras. ¿Porqué lo hago? Es simple. Porque te amo.