miércoles, agosto 18, 2010

Doña Gloria Rocha Martínez

Era 1988 cuando conocí a la mamá de mi ahora compadre Anibal Pérez Rocha, Doña Gloria Rocha. Desde el primer día descubrí a una persona llena de pasión y dueña de una personalidad arrolladora y que imponía autoridad. Lo curioso es que esa forma de ser tan de ella, no causaba el temor clásico a las mamás de nuestros amigos, sino que se podía debatir los puntos, claro, sin la menor oportunidad de ganar, pero se permitía el debate.

Los años pasaron, en este tiempo pasaron mil anécdotas propias y ajenas, pero todas ellas llenas de humanidad, de poner en manifiesto que cuando se es congruente se obtiene respeto y sobre todo admiración. Y no hablo sólo por mí, sino portodas aquellas personas que tuvieron el placer de conocer a Doña Gloria, me consta.

Ayer alrededor de las 10:50 pm, su cuerpo culminó su ciclo, sólo cuando su espíritu logró su cometido en este mundo terrenal. Ahora su memoria es un libro vivo del cual sus páginas se leerán una y miles de veces, porque su esencia permanece con nosotros.

A mi compadre le abrazo y le deseo toda la fortaleza y resignación para continuar adelante. Asdrúbal mi más sincero pésame y una pronta recuperación de esta lamentable pérdida.
A Gladys y Aníbal, que su brillo de juventud llene a su padre y tío para continuar el ciclo de vida que nos toca a todos.
A todos los amigos, familia y conocidos de Doña Gloria Rocha un abrazo sincero y el deseo de continuar manteniendo en la memoria de todos el legado que nos dejó un ser humano especial, de esos que hay tan pocos y de los cuales estamos tan necesitados.

Descanse en Paz, Gloria Rocha Martínez.

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