He callado. De pronto son días que se suman sin decir palabra. Hasta el punto en que se empiezan a derramar, desparramadas una tras otra, es una necesidad. Se llena el cuerpo de voces, de frases sin compartir que desesperadas salen del ser.
Lo que no callo es mi amor, que aún sin palabras llena la vida, los días y tus labios con besos de constancia infinita.
Te amo. Eso no se calla, ni se callará. Te amo hermosa.
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