No son alas las que me elevan pese al tiempo,
infinitos paisajes plenos de luz rodean mi ser,
dejo reposar el cansancio de mis ojos en ti,
en tu memoria que colma entusiasmada el todo.
Ahora sólo me dejo llevar en el flujo molecular
tus cabellos enredándose como torbellinos
tú, inalcanzable de los placeres mortales y divinos
hoy aquí, soy tuyo y del todo tú eres toda mía.
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