Como decir ádios...

Hoy estoy llorando por ti. Porque sé que tienes ese sentimiento enterrado en tu corazón y que creeras que te será muy difícil avanzar. Como quisiera evitártelo. La vida es una misteriosa rueda de la fortuna que nos lleva de arriba a abajo de manera constante.

En esta tarde fría y con un viento que me llena de tristeza quiero decirte que nada debe de oponerse a lo que tú eres y representas. Eres una persona enorme y vas a llegar a cualquier meta. Disfruta el trayecto. Sonríe, ten fe en Dios que te ve siempre, porque eres su persona preferida. Ve todas las bendiciones a tu alrededor y te darás cuenta que es una realidad tangible.

Hoy lloro, porque no pude hacer más allá de lo poco que sé y lo mínimo que merezco estar en tu vida.

No creo en las casualidades, todo es causa y efecto. Estoy enmedio de la causa y el efecto de mis decisiones. Mi elección está hecha. Sin embargo, no puedo evitar sentir tristeza y dolor, aun en esta felicidad que me arropa.

Llenaste mi corazón y mi vida entera con la posibilidad de ser mucho mejor y eso tengo que agradecértelo. En esas estoy. Avanzo hacía el objetivo. Curiosamente Dios tiene mucho que ver en todo lo que estoy haciendo últimamente. Por las circunstancias adversas que existían en mi vida, me estaba alejando del objetivo y de la fe. Ahora tengo certeza de muchas cosas. Mis lágrimas son justificadas, pero quería que lo supieras, que pienso en ti y que aunque nada puedo hacer por minimizar este período, estoy aquí y estoy contigo de algún extraño modo.

Hoy es una fecha especial, es el día en que decidí ser una nueva persona. Con objetivos definidos, agradecido de todo lo que me rodea, de las personas que me quieren, de mis compromisos profesionales, de todo lo que soy. Es hora de poner claridad en el caos. Esto no significa que automáticamente se clarifique todo. Pero es un inicio.

Hoy simplemente te abrazo desde una nueva perspectiva de vida. Te deseo lo mejor, que Dios te cuide y te llene de bendiciones.