Si...

Si te sientes mal, ahí estaré para intentar hacerte sentir lo mejor posible.
Si algo te preocupa, tomaré tu mano y juntos encontraremos soluciones.
Si lloras, me abrazaré a ti tan fuerte que me sentirás en el alma.
Si la razón de tu llanto soy yo, entonces te daré mi vida entera para evitar tu pesar.
Si no quieres hablar, callaré mis palabras y con caricias te diré todo lo que te amo.
Si el error es tan grande, juntos iremos hasta donde sea necesario para repararlo.
Si no es posible perdonar, le pediré a Dios que te llené de luz para que tengas paz en tu corazón.
Si nada funciona, entonces simplemente me quedaré ahí a tu lado, esperando que el amor haga su magia.