miércoles, diciembre 06, 2006

Post perdido...

Hace un rato tuve unos minutos libres (raro en mí) y decidí escribir un post, desafortunadamente después de escribirlo y quererlo publicar, se sobrecargo el servidor de blogger y no pude publicarlo, lo que es peor, perdí lo escrito. En el intento por recuperar lo escrito, que duró como media hora, olvidé la línea base de las líneas hechas.

Esto es más bien un desahogo por ese escrito que se perdió y que no será jamás conocido, ni siquiera recordado por su autor, ahora yo.

Hablé a grandes rasgos de la dificultad que se presenta día a día, que no es otra cosa que la acumulación de los detalles que por omisión o desidia vamos dejando en nuestros días y que a la vuelta de varios días se convierten en grandes retos, mejor conocidos como problemas.

Insisto en que hay que poner orden en las pequeñas cosas que nos pasan y que esto traerá como consecuencia menos acumulación de pendientes, lo que deriva en menos problemas que resolver. Sé que los problemas son parte integral de nuestra cotidianidad, que de hecho son una especie de aderezo que rompe con la monotonía, siempre y cuando no representen una carga tan pesada que se convierta en estrés, el cual, como lo hemos comentado es la enfermedad que nos trajo la modernidad y esta acelerada vida que nos lleva a revoluciones que nunca antes hubiéramos imaginado.

A todos les deseo que sus problemas sean parte del encanto de los días y que los detalles diarios nos sirvan de golosina para sonreír al resolver favorablemente cada uno de ellos.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Hola, sabes me gusto mucho tu blog, y como tu dices, los problemas son la sal y la pimienta de todos los dìas, si no existieran problemas no existirian los grandes retos que nos conllevan a tener que luchar en contra de ellos, y poder salir adelante y crecer con valor y mucha decisiòn, sabes quizas te paresca loco pero hasta en esto hay que aprender a encontrarle sabor a todo los problemas, si no que chiste tendria esta vida sin ellos, y no soy masoquista, amigos estos se llama vida y hay que aprenderla a vivir.