Escuchar el eco de tus monosílabos,
atrapar el significado detrás de ellos
hasta transformarlo en conversación
es labor titánica que llevo este día.
No perder el sentido en malviajes
donde el destino no se encuentra,
ni tratabillar con la sombra oculta
escondida en tus escasas respuestas.
Procuro entender sin conseguirlo
y entonces me guía el sentimiento,
me desprendo de toda la razón,
escucho latidos de nuestro corazón,
ese que ya sabes que late unísono
y me arrulla en sonidos de asombro,
diciéndome lo que tus silentes palabras
no podrán decirme nunca jamás.