Han pasado tantas cosas desde la última vez que tuve la oportunidad de escribir en mi página que no sé realmente por donde empezar.
La violencia es tan natural en todos lados que ya no causa asombro, a menos claro, que te toque directamente o muy de cerca, a todos nos asusta la idea de morir o de salir lastimados. Y es que, en ningún lugar estamos realmente seguros, con tantas personas dedicadas a la delincuencia organizada o no, es difícil saber quien está a tu lado en el supermercado, en el cine, o en el carro haciendo alto enseguida de ti. Y no, no estoy paranoico, es la realidad, hemos llegado al punto de que cada día ocurre un incidente con armas, con heridos, muertos, levantados, de hecho, nuestro vocabulario de ha ampliado al integrar palabras desconocidas para nosotros, AK47, buchones, narcocorridos, en fin, un sinnúmero de nuevos términos que se agregan a nuestra cotidianidad como si de algo natural se tratara.
Pero no es nada relacionado con la violencia acarreada por la guerra contra el crimen organizado que emprendió el gobierno federal para garantizar nuestra seguridad, ahora enmedio de la inseguridad, lo que me lleva a escribir este día, es todo lo que ha pasado sin tener el contacto con ustedes, y quizás, sea un texto muy diferente al que están acostumbrados, sin embargo creo que es necesario decirlo. Hay una enorme crisis económica en el mundo, hambre, guerras, miseria, una injusta repartición de la riqueza, un modelo social que no lleva bienestar a las mayorías, una clase política carente de credibilidad y con mucha menos autoridad que antes, una parte de la sociedad harta de tanta disparidad y una enorme mayoría indiferente a los hechos, que sólo vive, son hacer absolutamente nada por si mismos, mucho menos por sus semejantes.
Aquí llega el punto donde mi preocupación por el futuro empieza. Y si, primeramente me preocupa mi futuro, el de mi familia, de mi círculo de influencia, las personas que amo, después está el futuro del lugar donde vivo, con todas las cosas maravillosas que tenemos y mi sentimiento me lleva a la pregunta ¿Qué va a pasar?
¿Qué va a pasar?
La naturaleza está manifestándose con señales inequívocas de que algo está mal, hay miles de ejemplos en todo el mundo, con sequías, inundaciones, cambios climáticos, huracanes cada vez más fuertes, deshielos, en fin, la lista sería enorme, y nosotros que es lo que estamos haciendo para evitarlo... nada. Esa es la respuesta, absolutamente nada. Las empresa socialmente responsables, la gran mayoría lo son por el emblema ESR que les permite añadir valor a su marca, porque los clientes los ven de mejor manera, pero en realidad, no hay cambios tangibles. Sé que muchos pensarán, eso es mejor que nada. Pero la verdad es que nada y eso, son muy iguales. Necesitamos acción, cambios verdaderos. De nada sirve que yo en mi casa ahorre una cubeta de agua si mi vecina tira todas las tarde cientos de litros en regar el pavimento y su banqueta, o que los ayuntamientos sepan que se tira más agua al drenaje de la que se consume porque la red de las ciudades no sirven por viejas y obsoletas. Es triste, pero, es la verdad.
La crisis llevará a mucha gente a la desesperación de no saber que hacer para conseguir alimentos y en su desesperación encontraremos nuevos delincuentes o bien iniciaremos el proceso a cambios sociales que llevarán en un retroceso social no nada más a esa familia, sino a sus vecinos, y de ahí a toda la comunidad, nos enrolaremos en una dinámica diferente de desarrollo donde las clases se dividirán todavía más, los que tienen todo y los que no tienen nada. El abismo será absurdo, mucho más de lo que es ahora.
Los gobiernos se harán más duros en busca de mantener el poder y sus privilegios, con la consiguiente violación de derechos de la ciudadanía.
El cambio
Es urgente un cambio. El primero de ellos viene de cada uno de nosotros, de nuestro interior, de nuestra manera de pensar, de ver la vida, de actuar ante las situaciones, de nuestra percepción del entorno, de nuestra forma de interactuar con los demás, debemos empezar a cambiar para unirnos en la búsqueda de una mejor forma de vida, uniendo pensamientos, devolviendo nuestras vidas al civismo, a que predominen las buenas costumbres. Es algo complejo, pero no imposible. Creo que el fin de una era está por llegar, de nosotros depende hacia donde dirigimos la nueva era, a una era de luz o si dejamos que la oscuridad gane y de comienzo el principio del fin, algo que quizás veíamos muy lejano y ahora no lo es tanto.
Recordemos que antes del amanecer es cuando más oscuridad hay.