Mayo se nos fue

mayo se nos fue igual cual vino, ausente, ¿frío? Ni el día del trabajo, ni el de madres, mucho menos el día de los maestros hizo diferencia. De que pasaron cosas, pasaron, pero no emocionantes, no directamente a mi.

Hubo emociones que no compartí, que quizás me tocaba una parte o en mi corazón se sintieron allá vagamente, casi rozando la nulidad, se conmovieron, lo que si es seguro es que hubo orgullo, claro, aunque no es igual, al no vivirlas directamente.

Pasó también el cumpleaños de mi hermana, lejos, con su vida aparte, a veces se extraña, solo a veces... pero esas veces se hacen de corazón. Vivimos tan atrapados, tan indiferentes, en una intromisión angustiante.

Quiero e intento vivir diferente, lo intento de verdad. Aunque la vida se empeñe en llevarme por complejidades no solicitadas.

Mayo se fue... pero de seguro regresa...

mayo

Mayo llegó con una creciente energía y cambios drásticos en mi diario caminar. Súbitamente, una tras otras llegaron las sorpresas, cuando vi la primera dije, esta bien, es producto del esfuerzo, cuando llegaron dos sorpresas más, francamente sorprendido me felicité por el logro, pero al llegar de golpe muchas mas sorpresas no supe a que atribuirlo, así que sólo me preparo para enfrentar la posibilidad de seguir adelante, siempre hacia el frente, sin dilación. Gracias Dios, gracias amigos, gracias vida, por todo.

Dios tiene un plan II

Esa noche después de una búsqueda infructuosa por el efectivo, decidí irme a dormir, pensando que había una laguna en mi cabeza y que estaba llegando a la edad de los "nunca" (nunca se me olvida nada, nunca me había dolido la espalda, nunca me había pasado eso...) traté y traté de dormir y al igual que la búsqueda del dinero, obtuve el mismo resultado fallido. En vista de lo inútil que resultaba estar acostado con mas vida que sueño, me levanté a buscar que leer y en eso se me fue toda la noche y llegó el alba y con él, me llegó el sueño, dormí como treinta minutos y la alarma y los compromisos y los pendientes y pues no soy una persona que no le importen las promesas, así que con todo y el cansancio de una noche en vela, empecé el día, lo bueno que es sábado, pensé. No sabía que me deparaba ese fin de semana.

Más negativas como respuestas, mucha actividad y nula retribución, por lo menos en el momento, así, sábado y domingo trabajé como un loco, apasionadísimo, buscando olvidar los problemas, ese domingo fue particularmente pesado. Imagínense su domingo a gusto dormiditos y yo, a las ocho de la mañana en una reunión urgente con unos clientes que les llegó visita del Distrito Federal. Y me preguntaba constantemente ¿y yo qué culpa tengo? Para colmo, quería pasar la comida con mi hija y fue a mi oficina a buscarme y no estaba ahí. obvio, estaba en una reunión que no servía para nada y que no salió nada productivo, sólo perder casi cinco horas de mi domingo. Bueno la semana empezó, mi lunes fue agotante y pleno de estrés.

Hoy es lunes y las cosas no han cambiado mucho, promesas y mucho trabajo, el problema es la liquidez y los plazos que se toman los clientes para pagar. Es un mal general, que poco a poco se tiene que normalizar y poder avanzar con la inversión y el crecimiento.

Pero al margen de toda esta presión está la oportunidad de ser creativo y de ver cuanto aguantamos, Dios invariablemente ha trazado un plan y nos da la caminos para escoger. Algunos como yo tomamos los sinuosos y ¿saben? Me encanta...